Siempre he pensado que la fe es la panacea de todos los problemas de las religiones, de pequeño era frustrante que todas mis críticas o dudas tropezaran una y otra vez contra su muro. Ante el miedo o la incertidumbre “hay que tener fe”, ante las cuestiones incompresibles “es por falta de fe” al final llegué a considerarla como un enemigo invencible, de modo que si quería ser una buena persona o buen cristiano, tenía que tener fe y no dudar, y si dudaba era por falta de fe, por lo tanto no era buen cristiano, quien dice cristiano dice cualquier otra creencia, todas se alimenta de la misma filosofía y así sobreviven al paso de los años sin plantearse ni cuestionarse nada, prácticamente inalterables. Al final opté por maldecir la fe, no te da la solución a los problemas y la creo causante de muchos fanatismos fatídicos.
Una mañana, escondido en la sierra de mi pueblo con mi eterna amiga Mar, nos empezamos a cuestionar que hubiera sido de nosotros de haber nacido en otro lugar, de haber podido escoger nuestras creencias desde niños, un tema llevó a otro y le expuse mi repulsa absoluta al invento de la fe, ya que considero que siempre se ha de dudar de todo, de que lo que nos cuentan sea verdad, de que las cosas sirvan para algo, de que exista un Dios, de estar haciendo lo correcto. Ella entonces me digo: “tú si tienes fe, pero tienes fe en la duda” aquella afirmación me encantó y por eso decidí poner ese nombre a este lugar.
Soy consciente que un nombre así puede atraer a este lugar alguna persona creyente, pero no es mi intención, de hecho no quiero atraer a nadie, solo quiero encontrarme a mí mismo, lanzar una botella al inmenso océano de internet cargada de sinceridad y si alguien la encuentra... que la lea y la devuelva al mar, ni se le ocurra intentar rescatarme,siempre apago la hoguera cuando creo ver un barco.
La idea es tener un lugar donde ser sincero con el mundo, con lo que veo, con lo que siento y con la gente que se ha ido cruzando en mi camino.
En definitiva, será mi particular sala de la verdad donde declarar mis vanidades, dudas e impresiones, un gesto de valentía y enorme cobardía a la vez.
Puede que, tal vez tú, que has llegado hasta aquí leyendo te veas identificado en algún relato y dudes si me conoces o me conociste, y si no dudas, …. deberías hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario