Por que si.
Mi compañera Monica hizo esta reflexión en su Facebook y me ha parecido interesante comentarla:
Un padre que cede ante una rabieta es...¿cómo lo explicaría?, como un empresario que cede ante una huelga o un gobierno que negocia con los manifestantes.
Ah, no, claro que no. Los empresarios tienen que atender las justas reivindicaciones de los obreros, los gobiernos tienen que escuchar la voluntad popular, expresada en el sagrado derecho de manifestación. Un gobierno que tuviera como norma no ceder jamás, no echarse nunca atrás en sus decisiones, no negociar, ignorar a los manifestantes, sería un gobierno dictatorial, antidemocrático, ineficaz. En todo el planeta, son aquellos gobiernos que más negocian, que más escuchan y que más ceden los que cuentan con el más decidido amor y respeto de sus ciudadanos, mientras que los otros, los inflexibles, los que parecen tener la sartén por el mango, están siempre expuestos a caer en una revolución.
¿POR QUÉ HABRÍA DE SER DISTINTO CON LOS NIÑOS? ¿POR QUÉ EN LOS PADRES SE CONSIDERA VIRTUD LO QUE EN CUALQUIER OTRA FIGURA CON AUTORIDAD SE CONSIDERARÍA TIRANÍA Y PREPOTENCIA?
Del libro "Bésame mucho" de Carlos González.
Precioso libro que todo el mundo debería leer....¿Comprendemos realmente a los niños?...
Mi humilde opinión sobre esto discrepa de la de Carlos Gonzalez, no es que piense que este escritor esté equivocado, Dios me libre, yo no soy escritor, solo escribo a veces en este blog con apenas 500 visitas y me temo que la mitad son mias, pero creo que cuando hablamos de gobiernos y ciudadanos o empresarios y trabajadores, estamos ante una lucha de igual a igual en todos los sentidos, dignidad, derechos, etc.... un niño es tan digno como sus padres y tiene los mismo derecho incluso más pero hay un matiz que hace que esta metáfora, en mi opinión repito, no sea acertada y es la madurez de los contrincantes. Cuando la ciudadanía protesta a sus gobernantes presupone en ellos una madurez, un sentido común, un discernir entre el bien y el mal y por eso expone sus quejas (si fueran niños ni nos molestariamos en hacerlo).
Pero cuando se trata de niños contra padres, es de suponer que nuestra madurez está por encima y sabemos lo que está bien o mal, lo que es un mal hábito y lo que no, lo que puede resultar peligroso o lo lo que es un engaño o un gasto superfluo, por poner algunos ejemplos, y por eso se debe ser inflexible, ya negociará uno con su hijo cuando este tenga 20 años.
Ojo! el ser inflexible no conlleva, ser una autoridad que no escucha, al igual que exigimos explicaciones a nuestros políticos debemos explicar el porqué de nuestras decisiones a los niños, siempre he creído que una explicación vale más que todos los POR QUE SI del mundo, aunque a veces estas explicaciones sean difíciles de entender para ellos, el gran reto de padres, madres y educadores es adaptar nuestras explicaciones a la capacidad de entendimiento de nuestros oyentes, y remitirnos firmemente a ellas a cada berrinche, aunque nos duela, por que a mi entender, cuando cedemos fortalecemos en el niño la formula del pataleo = lo que quiero.
Aunque teniendo en cuenta la inexistente madurez de nuestros mentirosillos políticos, y que algunos/as tienen hijos a los 16, casi mejor que gobiernen niños que al menos solo roban chuches y que manden en las casas los niños que a menudo saben hablar con los maestros mejor que sus padres.
Me gustaría que quien leyera esto diera su opinión, ya que, quizás yo esté equivocado.
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