Hoy llegó a mis manos una de esas típicas historias para hacer pensar. Resumiendo trataba sobre un pobre joven llamado Mogo que trabajaba picando piedras,, él no estaba contento con su vida, y llegó incluso a maldecir su destino y a Dios, su ángel de la guarda bajó y le dijo, que era joven, fuerte y sano, y que tenia toda la vida por delante para mejorar, pero esas palabras no lo calmaron. El ángel advirtió a Dios de que perderían el alma de Mogo si no hacían algo y Dios decidió que todo lo que Mogo quisiera ser, lo concedería.
Así un día de asfixiante calor pasó por donde trabajaba un noble sentado cómodamente en su carruaje y Mogo deseó ser noble y se convirtió en noble, pasado el tiempo pasó por donde trabajaba para ver a sus antiguos compañeros. Bajo su sombrilla dorada también sentía el calor de un Sol que calentaba implacable, y Mogo pensó que daba igual ser noble príncipe o rey, por encima de todos está el poderoso Sol. Y deseó ser sol. Mogo se convirtió en el Sol y se creía todopoderoso, pero cuando intentó ver su pueblo una nube le tapó y contrariado deseó ser nube, y se hizo nube, cuando ya pensaba que no había nadie más poderoso que el, disfrutaba regando a su antojo las tierras persiguiendo a las olas, ... vio a lo lejos una montaña enorme que sobresalía por encima de las nubes. Mogo intentó destruirla con tormentas y rayos pero se dio cuenta de que la montaña era más fuerte que el y deseó ser montaña. Convertido en montaña Mogo era feliz, duro, imponente y dominador de las tierras que le rodeaban pero pasado un tiempo sintió un pinchazo agudo que le causó un dolor horrible en sus entrañas, desconcertado por quién seria el causante de ese dolor tan grande, deseo ser ese capaz de hacer daño a la gran montaña. Y así fue como Mogo volvió a ser picador de piedras.
Lo normal sería pensar que la moraleja de esta historia es que siempre deseamos lo que tienen los demás, que somos inconformistas por naturaleza y que después de conseguir aquello que ansiamos, generamos un nuevo deseo que nos devuelve a la infelicidad.
Para mi, la historia va más allá, también nos dice que seamos lo que seamos, somos capaces de grandes cosas, si creemos en nosotros mismos, nada nos parará, simplemente tenemos que conocernos, conocer nuestros defectos y sobre todo nuestras virtudes. Si aceptamos nuestros defectos estos no nos dolerán. y si construimos nuestra vida en función de nuestras virtudes podemos conseguir todo lo que nos propongamos.
Siempre es mejor mejorar que cambiar.
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